El Record

BEATRIZ VERDÚ TALAYA, la entrenadora del campeón autonómico cadete

Beatriz Verdú Talaya (Elda, 1989) debutó muy joven en la división de honor, ahora denominada Liga Guerreras Iberdrola. Apenas contaba con 19 años, aquella exterior derecha en el extremo malo, su demarcación preferída a pesar de su condición de diestra. Paulatinamente fue evolucionando y progresando y también llegó a jugar con el Elda en la máxima categoría y en competición europea. Ahora Bea, a sus 29 años, ya no juega, sí entrena, este domingo logró que su escuadra, el cadete femenino de Elda Prestigio, se proclamara campeón autonómico en el Florentino. 

Ayer vimos a una escuadra de fase final de campeonato de España. El Elda Prestigio cadete supo abstraerse de la presión ambiental, con cerca de 700 espectadores en el Florentino visualizando balonmano de base, y también supo abstraerse de la presión que siempre confiere la condición de favorito.

Me encantó el colectivo de Beatriz Verdú, defendió con solvencia, anuló a las balonmanistas llave de su adversario Picassent, Aitana brilló bajo palos y tripuló la salida de contragolpe y por delante de ella, su hermana, Zaira, «la jefa», tiró de repertorio cuando fue preciso, es una balonmanista top. A su lado, muchas buenas jugadoras, muy bien entrenadas, y que ofrecieron una imagen superlativa. Me gustó la valentía, el atrevimiento de las chicas, desde la primera a la última.

Esta generación de 2002 promete y mucho. No jugaron dos chicas de 2003 que también pueden tener su chance en cualquier momento como son: la zurda María Rodríguez y la pivote Irene Botella.

Las cuatro líderes del colectivo son cuatro chicas con muchos minutos forjados en el juvenil que fue tercero autonómico y que jugó el sector estatal en Granollers. Las hermanas Benítez Gómez, la pivote Lucía García, de progresión permanente, contundente defensora y una pivote letal en seis metros y la pequeña playmaker Marina Arróniz, lista en la anticipación defensiva y muy atrevida en el ataque.

Además de ellas, buenas diestras en lateral y exterior derecho, más de una jugadora resolutiva por demarcación y muy buena capacidad de acción en el 1×1. Generación muy interesante que Bea, a la que por cierto no le gusta nada el protagonismo y es poco amiga de los micrófonos, ha dotado de una competitividad plausible que las pueda llevar muy lejos con humildad, con trabajo y sin confianzas.

Hay, si contamos a las de 2003, 6 chicas del Sorolla, 5 de la Sagrada, 3 de Juan Rico, 1 de Santo Negro, 2 chicas de Petrer y 1 de Alicante que sueñan con lo máximo.

FELICIDADES A TODAS LAS CHICAS y TAMBIÉN A SU ENTRENADORA.

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